25 junio, 2010

La red guifi.net: primeras impresiones

guifi.net es, como se describe en su propia página web, «una red de telecomunicaciones, es una red abierta, libre y neutral que se vertebra a partir de un acuerdo de interconexión entre iguales, donde cada participante, al conectarse, extiende la red y obtiene conexión con todos los demás». Si alguien no tiene claro que es una red de telecomunicaciones puede echar un vistazo al artículo de la Wikipedia sobre el tema, aunque personalmente no me parece la mejor de las introducciones y tal vez en la medida que vaya profundizando en guifi.net me anime a hacer una explicación más clara sobre el tema. En cualquier caso, a nivel práctico guifi.net supone dos cosas principalmente:

Por un lado, se trata de una red colectiva y pública sin ánimo de lucro y, por lo tanto, al margen del mercado del sistema. Esto es bastante interesante de por sí, ya que da una infraestructura y facilita que un grupo de personas puedan telecomunicarse sin pagar por el servicio, cosa que hasta donde yo se no se podía hacer antes. Sin embargo, hay que tener en cuenta que guifi.net no es segura por el mero hecho de no ser Internet, de hecho tenemos que prestar especial atención a dos aspectos que la asociación remarca:

  • Desde guifi.net opinan que la infraestructura de red no es la que debe encargarse de la seguridad, puesto que eso implicaría cerrarla. Por lo tanto, la seguridad recae en el como se usa la red, y de eso se encarga quien la use.
  • Para acceder a guifi.net es necesario solicitar acceso. Discrepo en que esto sea una ventaja sin más, y no creo que sea algo que no suceda también en Internet. La diferencia con esta es que guifi.net es mucho más pequeña y centralizada (como organización gestora) y por eso «es más sencillo determinar quién está dentro».

Por otro lado, como cualquier red, guifi.net dispone de multitud de servicios. Desde servidores web con sus respectivas páginas a puertas de entrada a Internet. Es decir, a la práctica, guifi.net es también una manera de acceder a Internet sin someterse a la tiranía de las empresas de telecomunicaciones. En realidad, lo que hacemos es acceder a Internet mediante personas que sí pagan a esas empresas o mediante servicios públicos como bibliotecas. Es decir, el servicio no es nuevo, lo que hace guifi.net es acercarnos a él.

De entrada, pienso que guifi.net es una iniciativa muy interesante por ambas funcionalidades. Si consideramos útil comunicarnos a distancia con alguien necesariamente necesitamos tecnología moderna, que hay que consumir. Sin embargo, con esta iniciativa no necesitamos consumir el servicio y la infraestructura; es la propia organización de personas sin ánimo de lucro lo que hace la telecomunicación posible. Además, la mayoría de puntos de acceso a Internet de los que disponemos en guifi.net están desaprovechados y van a existir independientemente de que los usemos o no, por lo que me parece ventajoso aprovecharlos en lugar de contratar a una empresa de telecomunicaciones.

Por ello, uno de mis objetivos a medio plazo es adentrarme en guifi.net y analizar en profundidad sus pros y contras para que podamos hacer un análisis serio de si realmente nos vale la pena en nuestro caso. Pronto escribiré más sobre este asunto.

24 junio, 2010

Por una informática al servicio de la lucha

Vivimos en la llamada era de la información. El progreso, las telecomunicaciones y desarrollos concretos como internet son exaltados como herramientas portadoras de bienestar general y libertad de opinión. Sin embargo, no somos pocas las personas que día a día observamos que el sacrosanto progreso, esa supuesta carrera hacia un bienestar que siempre permanece en el horizonte, también tiene una serie de consecuencias negativas que no se asumen, y que se achacan a males pasajeros que eventualmente solucionaremos a base de golpear cacerolas, votar en elecciones y apoyando iniciativas promocionadas por famosetes de la farándula.
Nada más lejos de la realidad. Somos estas personas, insatisfechas y preocupadas por las cada vez más terribles e irreversibles consecuencias de este sistema de vida, las que deberemos movernos, organizarnos y actuar para intentar, como mínimo, detener de una vez por todas esta situación.

Sin embargo, no es poca la gente que, para evitar que su sueño nocturno se vea alterado por incómodas verdades, critica y tacha de incoherentes nuestros métodos de lucha, especialmente cuando para ello nos valemos de herramientas engendradas por el propio sistema. Pero a esta gente le conviene quedarse en la punta del iceberg y no pensar que tal vez detrás de esta supuesta incoherencia se halla algo que en su día a día brilla por su ausencia: un análisis de consecuencias. Valorar lo que aporta recurrir a las herramientas del sistema, compararlo con las consecuencias que provocaremos, y buscar métodos para usar esas herramientas minimizando tales consecuencias. En este caso, la experiencia nos sugiere varias cosas:

  1. La informática puede ser, en ciertas ocasiones, una herramienta útil para la lucha.
  2. El abanico de posibilidades de uso de la informática es inmenso, y de dichas posibilidades, las más habituales y accesibles son las que más favorecen a los intereses del sistema.
  3. El conocimiento de la mayoría de personas sobre informática es limitado siendo para ellas difícil descubrir esas posibilidades de uso minoritarias que permiten sacar provecho de la informática provocando el menor daño posible al mundo.

Por suerte, existe una intersección entre el conjunto de personas que luchan contra este sistema de vida y aquellas que disponen de conocimientos informáticos. Sin prepotencia pero sin falsa modestia, considero que me hallo en esa intersección, y por eso he creado este blog. En él pretendo compartir técnicas, guías, reflexiones y consejos que considero útiles desde mi experiencia en la informática.

Lamentablemente, no dispongo ahora mismo de los recursos necesarios para hacer de este blog un digno ejemplo de como usar internet de una manera más coherente con la lucha antiindustralista, y es que me he visto en la obligación de recurrir a un software excesivamente pesado, alojado en servidores lejanos a manos de una empresa que, por su naturaleza, rinde pleitesía sin reparos a los valores del sistema. Por supuesto, me comprometo a que esta situación sea transitoria y lo más breve posible; pero pese a ello, he considerado interesante emprender esta labor ahora que dispongo de tiempo y ánimos.

Dicho esto, solo me queda desear que este blog se convierta en una herramienta útil para personas con ganas de luchar sinceramente y sin autocomplacencia contra el sistema en general, y la tecnoindustria en particular.

Saludos, lucha y revolución.